Casa Montes

Esta casa, ubicada en un campo vitivinícola de la región del Ñuble, fue la primera vivienda realizada por 57STUDIO. El lugar posee un valor patrimonial al ser un conjunto rural de herencia colonial, compuesto por casas y bodegas productivas que fueron restauradas a fines del siglo XX. Las construcciones, que destacan por sus gruesos muros blancos y cubiertas de teja, fueron además unificadas por un extenso parque con patios y recorridos creado por Juan Grimm. Y un poco más alejada del conjunto, en medio de un bosque y dos años antes, fue construida la Capilla El Roble. Afrontar este nuevo encargo supuso la decisión de abordarlo como un ejercicio de aprendizaje de la arquitectura vernácula que nace del estudio volumétrico, espacial y constructivo de la arquitectura del lugar. Esto con la idea de que la nueva casa emergiera como una construcción más del conjunto y en contraposición a la arquitectura de la Capilla.

Al igual que en las construcciones productivas existentes, que destacan por el aprovechamiento de la topografía en la producción del vino mediante niveles interiores y cubiertas asimétricas, el programa de la nueva casa se desarrolla dentro de un volumen de planta rectangular, con tres niveles en su interior. En el nivel más alto están los dormitorios y un corredor interior volcado hacia el nivel más bajo, donde se ubican el comedor y el estar. Esta diferencia de nivel provoca una mayor altura en esos espacios y una extensión del plano de cubierta que sigue la pendiente del terreno. A través de una galería vidriada que se articula con la estructura de dicha cubierta se proyecta una vista continua hacia el paisaje. En un nivel intermedio y hacia uno de los costados de la casa, se ubica el nivel de acceso con la cocina y el servicio.

Como en la arquitectura existente, la casa se adapta a la pendiente del terreno mediante zócalos y pavimentos de piedra. Las cubiertas con teja de arcilla de demolición y los gruesos muros de albañilería de ladrillos dispuestos a lo ancho permitieron generar una envolvente térmica eficiente, y éstos también dejar espacio bajo las ventanas para encajar los radiadores de calefacción. Para la estructura de madera se utilizó material de demolición proveniente de un viejo muelle. Mediante una rigurosa cubicación de escuadrías se pudo reutilizar madera noble como el roble y el pino oregon americano en todas las vigas y pilares. Mientras en las terminaciones de madera, de escuadrías menores, se utilizó madera de raulí por su alta estabilidad, trabajabilidad y durabilidad. Marcos de ventanas, puertas tableradas, pilastras, junquillos, guardapolvos y muebles se trabajaron siguiendo un minucioso diseño de carpinterías artesanales cuya fina precisión contrasta con la rusticidad formal propia de este tipo de arquitectura.