Se trata de una pequeña capilla familiar en un terreno de suave pendiente junto a un bosque de aromos. Desde lo alto se tienen vistas a un extenso parque con construcciones vernáculas que preceden el recorrido de aproximación.
La idea consiste en potenciar la sensación de recogimiento que produce estar en ese ambiente natural, creando espacios abiertos y manteniendo las texturas y materiales de la arquitectura existente.
Un muro curvo en piedra guía el ingreso por el costado hacia la nave central. Ésta se abre al bosque por un costado transparente y se orienta hacia un espacio de doble altura que alberga el altar, un pequeño coro y bajo éste, la sacristía. La salida posterior conduce a un terraplén que domina visualmente el lugar. Tras el altar se abre un pequeño patio de meditación contenido bajo la densidad del bosque.
Ubicación
Coelemu, Ñuble
Co-Autor
Sebastián Espinoza
Construcción
Jorge Carrasco
Fotografías
Guy Wenborne
Año
2003
Premios y Exposiciones
XIV Bienal de Arquitectura • Chile
IX Bienal Arquitectura • Venecia
IV Bienal Iberoamericana de Arquitectura • Lima